El proyecto se sitúa en un entorno con una personalidad muy característica, El Cabanyal destaca por su carácter tradicional, un barrio de pescadores creado a sí mismo, siendo este el punto de partida. A pesar de suponer una nueva edificación exenta, es clave tener como referencia la evolución del barrio en cuestiones volumétricas, estéticas y materiales.

La propuesta se genera como respuesta a la integración arquitectónica, urbana y humana con el entorno. Se establece una relación estrecha y efectiva entre lo nuevo y lo existente.