El proyecto plantea un centro educativo infantil con forma de cuadrado simple ubicado estratégicamente para aprovechar la topografía y orientación de la parcela. El edificio se organiza alrededor de un espacio central multifuncional que funciona como elemento vertebrador, desde donde se distribuyen las cuatro aulas con extensiones exteriores, zonas de comedor, áreas multifuncionales y espacios para personal docente. Esta configuración responde a criterios bioclimáticos, situando las aulas hacia el sureste para captar la luz suave de la mañana y evitar sobrecalentamiento, complementado con espacios exteriores que funcionan como zonas de juego y elementos de control climático pasivo.

Destaca su concepción dual: durante el horario lectivo funciona como centro educativo inspirado en la pedagogía Reggio Emilia, donde la luz natural se considera un elemento pedagógico esencial, mientras que fuera de este horario "La Plaza" se transforma en un recurso comunitario valioso para Zizur Mayor.